Introducción

El objetivo de estas instrucciones es ayudar a las personas que trabajan en el campo de la sexología a comprender la importancia de la ética en su propio trabajo. Estas instrucciones no deben tomarse como reglas, sino más bien como herramientas que permiten hacer de la contemplación ética parte de la rutina diaria de trabajo. La ética no consiste en dar órdenes y cumplir reglas, sino en interiorizar la responsabilidad de las propias decisiones, incluso en situaciones difíciles. La acción ética depende de la situación porque las personas y sus condiciones varían. Por lo tanto, es bueno que los sexólogos sean sensibles a las dimensiones éticas de las situaciones que encuentran en su trabajo.

Estas pautas están dirigidas especialmente a personas que trabajan como terapeutas, consejeros o educadores sexuales. Algunas partes también pueden ser aplicables a la investigación sexológica. Además, estas pautas están diseñadas para ayudar a los clientes de sexólogos y otras personas interesadas en los principios éticos que guían a los profesionales mencionados anteriormente. Estas instrucciones no reemplazan las pautas éticas creadas para profesiones o instituciones en particular, pero están destinadas a ser utilizadas como un complemento a ellas. En caso de que estas pautas entren en conflicto con las leyes locales, se deben cumplir las leyes.

Principios éticos

Autonomía

Un sexólogo respeta la autonomía del cliente, que incluye el derecho a iniciar y terminar la relación con el cliente. El sexólogo no guía ni atiende al cliente en contra de su voluntad o en secreto, sino que tiene como objetivo mejorar la capacidad del cliente para tomar decisiones sobre sí mismo, teniendo en cuenta también el bienestar de otras personas cercanas al cliente.

Integridad

Un sexólogo respeta la integridad corporal del cliente. Cualquier contacto relacionado con la relación con el cliente o procedimientos que requieran contacto físico debe ser explicado de antemano y autorizado por el cliente. La integridad también incluye límites mentales y emocionales, que deben respetarse. Cuando la relación con el cliente exige lidiar con cosas que pueden ser difíciles para el cliente, el sexólogo siempre trata de llegar a un acuerdo con el cliente sobre los enfoques o métodos adecuados para tratar tales problemas.

Confidencialidad

Las conversaciones entre el sexólogo y el cliente, toda la información y los documentos en cuestión y la existencia de la relación con el cliente son confidenciales. Cualquier información sobre ellos no puede ser revelada a nadie sin el consentimiento del cliente.

Interés del cliente

Un sexólogo actúa principalmente para el mejor interés del cliente. La comprensión del interés del cliente debe basarse en un consenso entre el sexólogo y el cliente. Si se trata de otros intereses, como el envío de investigaciones sexológicas por parte del sexólogo, se deben poner en conocimiento del cliente de inmediato. En caso de conflicto de intereses, siempre prima el interés del cliente.

Neutralidad de valores

Un sexólogo debe ser imparcial con respecto a los valores del cliente sobre su forma de vida, sexualidad y relaciones. Él/ella trata de no forzar ningún conjunto específico de valores o ideas sobre la sexualidad en el cliente. El sexólogo trata de identificar el impacto de sus propios valores e ideas en su trabajo y considera sus propias motivaciones y emociones en las relaciones con los clientes. La neutralidad no significa evitar las discusiones de valor, sino que se respeten las diferentes opciones de valor.

Profesionalismo

Un sexólogo se preocupa de que sus conocimientos y habilidades profesionales sean lo más altos posible. Debe reconocer las carencias profesionales y saber encaminar al cliente, si es necesario, a una ayuda profesional mejor o más adecuada. El sexólogo también trata de identificar situaciones en las que está inhabilitado para iniciar una relación con un cliente cuando el cliente es, por ejemplo, un familiar o un miembro de un grupo mutuo de amigos.

Descripción de la buena práctica

Relación con el cliente

Un sexólogo se asegura de que la relación entre él / ella y el cliente sea profesional en todo momento. El sexólogo nunca entablará una relación sexual con el cliente y también se asegurará de que la relación se mantenga profesional en el nivel emocional.

Justicia

Un sexólogo trata a todos los clientes de manera justa sin discriminar a nadie por su origen étnico, estatus, sexo, edad, religión, discapacidad u orientación sexual.

Orientación al cliente

Un sexólogo siempre presta atención a la edad del cliente y el nivel de desarrollo y las posibles limitaciones que pueden deberse a, por ejemplo, el dominio del idioma, los antecedentes culturales, la discapacidad o las capacidades mentales.

Transparencia

Un sexólogo se asegura de que el cliente comprenda el significado de los métodos y conceptos utilizados en las sesiones. El cliente también debe ser informado sobre la formación académica del sexólogo y los posibles compromisos con escuelas particulares de pensamiento sobre formas de terapia. El sexólogo intentará promover el entendimiento mutuo entre él y el cliente siendo abierto sobre sus objetivos y motivaciones y asegurándose repetidamente de que el cliente lo ha entendido correctamente.

Contacto físico

El uso de métodos que involucran contacto físico requiere que el sexólogo tenga la capacitación o educación adecuada para usarlos. El sexólogo siempre explicará al cliente por qué y cómo se implementan estos métodos. El uso de tales métodos siempre requiere el permiso del cliente.

Divulgación de información

Un sexólogo puede proporcionar información sobre el cliente solo con su consentimiento por escrito.
El sexólogo se asegura de que el consentimiento se dé de manera adecuada y clara y de que el cliente tenga la posibilidad de familiarizarse de antemano con la información que se le envía. El cliente solo puede dar su consentimiento para revelar información sobre sí mismo, por ejemplo, en un entorno de terapia de grupo o de pareja. En este caso, se debe asegurar que la confidencialidad de la información de otros clientes no se vea comprometida.

Límites de la confidencialidad

Un sexólogo puede divulgar información sobre su cliente solo en situaciones en las que las leyes nacionales o la amenaza de peligro inminente y grave así lo requieran.

Retención de información

Un sexólogo se asegura de que toda la información y los registros del cliente se mantengan en un lugar seguro y bajo llave, para que nadie pueda obtenerlos sin la debida autorización. El cliente tiene derecho a comprobar sus datos y su seguridad cuando lo solicite.

Sesiones de grabación

Un sexólogo siempre pedirá permiso por escrito al cliente si realiza grabaciones de las sesiones con equipos de audio o video. Se debe informar al cliente sobre cómo y para qué se graban las sesiones.

Bienestar en el trabajo

Un sexólogo buscará la orientación profesional adecuada y cuidará de su bienestar para que pueda mantener buenos estándares profesionales y éticos en su propio trabajo.

Autoevaluación

Un sexólogo evaluará críticamente su trabajo y relación con los clientes. Él/ella buscará identificar cualquier punto problemático en la relación con el cliente y corregir sus propias acciones y enfoque en las situaciones que han causado los problemas. La autoevaluación abarca toda la descripción del trabajo, tanto las habilidades profesionales y de interacción como las emociones que genera el trabajo.

Otros códigos de ética

Las siguientes instrucciones se aplican a la investigación sexológica en seres humanos: 1) Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial (1964/1989), y 2) Directrices internacionales propuestas por la Organización Mundial de la Salud para la investigación biomédica en seres humanos (1982).

En Helsinki el 6 de junio de 2009
La división ética de la Asociación Finlandesa de Sexología
Presidente Tommi Paalanen